jueves, 4 de octubre de 2007

BANGKOK.- Cerca de 70.000 ciudadanos, encabezados por unos 30.000 monjes budistas, han tomado de nuevo las calles de en Yangon a pesar de la amenaza de la Junta Militar de Birmania (rebautizada como Myanmar) de poner fin por la fuerza a las protestas callejeras que han alentado llamamientos a favor de la democratización del país. De hecho, la Junta ha despleado tropas y policías armados con rifles en el centro de la capital.A su paso pacífico por las calles del centro de Yangon (antigua Rangún), los manifestantes gritaban "democracia, democracia", mientras eran aplaudidos y vitoreados por ciudadanos desde las atestadas terrazas y tejados de los edificios, han indicado testigos a las emisoras de radio.Entre los participantes había unos 200 miembros de la Liga Nacional por la Democracia (LND) que portaban el brazalete de esta formación política que lidera Aung San Suu Kyi, la premio Nobel de la Paz que se encuentra bajo arresto domiciliario desde 2003.También algunos participantes llevaban en alto imágenes con el pavo real, el símbolo de la LND, el único partido que resiste a la intensa presión del régimen militar. Mucha gente optó por quedarse en sus casas por miedo a que el Gobierno militar ordenase a las tropas disolver por la fuerza las protestas callejeras.

No hay comentarios: